Los dos sabemos lo que voy a decir. Bueno, yo lo sé. Tú lo intuyes. Lo aciertas a entrever entre las brumas de tu subconsciente.
¿Lo digo yo o lo dices tú? Venga, lo digo yo.
Deberías contratar a un copywriter porque tú no eres copywriter.
Sabes escribir porque fuiste a la escuela, como todo el mundo.
Quizá eres el informático de una empresa donde te endosaron el diseño web y ahora te dicen que hagas los textos. Si es así, te compadezco.
O eres el cuñao de la jefa que has hecho un curso de copywriter de 12 horas.
Pero eso no te hace un profesional. Y los dos lo sabemos.
Ojo, que te entiendo porque a mí me pasa lo mismo todos los días.
- ¡Cariño! ¡Tenemos una fuga en el baño!
- Eso va a ser el bajante. Hago un curso exprés de fontanería y lo arreglo en un pispás.
- ¡Cariño! El casero nos quiere hacer otro contrato de alquiler temporal.
- Tranqui que hago un curso rápido de derecho y le hundo.
- ¡Cariño! El puente que ha diseñado Calatrava es espantoso y resbala.
- Sujétame el cubata.
Si necesitas textos publicitarios profesionales llama a un copywriter por la misma razón que llamas a un fontanero si tienes un problema en el baño o a una abogada si tienes un problema legal.
Para lo de Calatrava no hay solución.
Mmm… igual debería haber explicado antes qué es un copywriter
Si te digo la verdad, yo tampoco lo sé.
Pero te voy a contar una historia.
Yo y mi maldita bocaza.
Una vez dije en privado que quien no había pasado por una agencia de publicidad no podía considerarse un/a copywriter. Simplemente quería decir que hay cosas que solo se aprenden trabajando en una agencia. No iba por nadie en particular pero di con una mala persona que se chivó a una copy que dejó de hablarme.
Sí, sé que estás pensando en tuercas y tornillos.
Sigo.
Después de herir involuntariamente la sensibilidad de esa persona me puse a investigar para tener argumentos en mi defensa y para mi sorpresa encontré mil y una clasificaciones.
Redactor publicitario, redactor creativo, redactor masivo o digital, redactor de contenidos…
-esta clasificación es muy old school-.
- Brand copywriter o de marca.
- Copywriter de respuesta directa.
- Copywriter técnico.
- Web y SEO copywriter.
- Social copywriter.
- Ux writer
- B2B copywriter
- B2C copywriter
- Copywriter para video, para audio, para papel impreso…
Ufff…
A ver, los copywriters somos redactores comerciales. Nuestro trabajo consiste en crear textos persuasivos que conviertan al público objetivo en clientes a los que venderles productos, servicios o lo que sea.
Algunos ejemplos de lo que hacemos los copywriters:
Definir la personalidad, la voz, el tono y el discurso de marca.
Crear los textos de una página web, una landing page y sus diversas variantes.
Pensar la estrategia de branding, publicitaria, de contenidos…
Redactar las campañas de email marketing.
Pensar campañas de publicidad offline y online.
Crear los textos de esas campañas para medios como Facebook, Instagram o Google Ads.
Redactar marketing de contenidos como artículos, posts, ebooks, etc.
Escribir guiones de spots, videos corporativos, tutoriales, webinars…
Súmale conocimientos de SEO, ux writing, inbound marketing, herramientas de gestión,
que sepa coser que sepa bordar y que sepa la tabla de multiplicar.
Claramente nadie sabe hacerlo todo igual de bien. Quien diga eso, miente.
Por supuesto nadie estará de acuerdo con esta definición ni con estas funciones
pero a mí solo me importa aclarar una cosa en público.
La ex conocida en cuestión sí era una copywriter.
Valga este post para restituir su orgullo herido.
Pero basta de hablar de los demás. Hablemos de ti y de mí.
e estarás preguntando: ¿qué hay de lo mío?
Y eso nos lleva a las siguientes
8 razones para contratarme, así, a cascoporro
- Lo que importa es tener una buena estrategia y buenas ideas y yo carburo muy bien.
- Que no te cuenten rollos, las ideas se piensan con palabras.
- Lo que vende son las palabras. Nadie cierra un trato o compra algo sin leer.
- No vale juntar palabras, ni vale informar. Hay que persuadir, seducir y emocionar. A todos nos gusta que nos lleven al huerto.
- He pasado por 8 agencias, trabajado para decenas de estudios y empresas y me las he visto en mil casos. Eso vale su peso en oro por la siguiente razón.
- Conmigo vas a notar una aceleración en tus procesos internos y en la solución de tus problemas.
- Nos lo vamos a pasar muy bien.
Sí, falta una. La reservo para después.
Antes quiero decir que si tienes un estudio de diseño, una agencia, un negocio o lo que sea a lo que te dediques.
Llevaré a tus clientes de A a B, de un estado mental pasivo a otro activo. Les haré pasar por el puente de Calatrava sin resbalarse.
Eso último tiene mérito.
Ahora la razón nº 8
Me propuse escribir este texto con 1001 palabras porque los especialistas recomiendan artículos por encima de las 1000 palabras.
Lo hice por el SEO.
Y todo para darme el gusto de decir esto: ya puedes usar etiquetas H1, H2 o H2O, listas, keywords, links… Si aburres hasta las ovejas da exactamente igual.
Ojo, que todas esas técnicas son necesarias y funcionan. Máximo respeto. No quiero que alguien me vuelva a dejar de hablar.
Pero es como si pescas con caña y usas las técnicas necesarias para atraer al pez. Cebas, pones el gusanito o la mosca en el anzuelo, no haces ruido, etc. Pero cuando el pez va a picar el anzuelo ve tu sombra impaciente moverse en el agua y se va.
Pues con esto pasa lo mismo: puedes atraer tráfico a tu web pero si no escribes un buen copy se te ve el plumero, rompes la magia y se van sin hacer lo que quieres que hagan.
Iba a decir que es simple. Qué va, intenta escribir así.
Ahora ya sabes para qué sirve un buen copywriter.
Y si has llegado leyendo hasta aquí está claro que deberías contratarme a mí.
Sí, hay más de 1001 palabras. Es que capicúa es más bonito.
